Sofía, esa renacuajo que llegó a casa provocando mis celos irremediables. Celos por lo que yo me pasaba el día haciendo monerías y trastadas para llamar la atención de mis liados padres. Por que eramos tres niñas en casa, y aunque Laura era la tranquilidad personificada, mis padres no daban a basto... ya que yo me encargaba de portarme mal por mi y por mi hermana mayor.
Pero esto duró solo unos meses, bueno según mi madre, duró hasta que Sofía cumplió un año. Ese día, mi relación con mi hermana pequeña dio un giro de 180 grados. La mini ya andaba perfectamente para su primer cumpleaños, era un bebe muy tranquilo, pero le encantaba correr por toda la casa, que papá la persiguiera y abrazarse a las piernas de mamá o de Lauri. Nunca se acercaba a mi. Supongo que era por que si a ella se le ocurría acercarse un poquito yo la bufaba y le decía a mi madre que se la llevara lejos, con la consiguiente regañina claro.
Pero aquel lejano ya 1 de junio, cuando yo aun no sabía lo mucho que quería a ese renacuajo, algo pasó que cambió nuestra relación. Y no lo recuerdo claramente, pero tengo vagos recuerdos. Recuerdo que la madre de mi padre (y como observáis no la llamo abuela puesto que nunca se ha comportado como tal) la preguntó inocentemente a su nieta pequeña, pensando que esta correría hacia ella a darla un beso (no entiendo por que lo pensaría) que a quien quería mas de todo el mundo. Mi hermana no lo pensó, y aunque no creo que fuera lo real, o mejor dicho, no creo si quiera que Sofía con un año llegara a entenderlo, corrió hacia mis pierna, las abrazo fuerte y me miro, mientras por primera vez decía unas palabras preciosas:
- Te kero aki (supongo que no lo diría tan nítido, pero decirlo lo dijo).
Desde entonces no me he separado de ella, supongo que necesitaba oír que ella me quería para darme cuenta que yo a ella también. Mi hermana Lauri, cuenta mi madre, corrió a unirse a nosotras, tan moñas ella como siempre. De echo por ahí seguro que mi madre tiene alguna foto, por que recuerdo un flas mientras abrazaba a Sofía.
Crecimos jugando juntas a cualquier cosa, empezamos juntas el liceo francés, nos emborrachamos juntas... Y sufrimos juntas la desaparición de Papá y de Lauri, en silencio muchas noches simplemente nos mirábamos y nos dábamos la mano sabiendo que nos faltaba nuestra tercera parte. y aunque a llegada de la Masco nos ayudó a sobrellevar aquellas noches, puesto que Blanca nos hacia reír y olvidar las penas... nunca terminamos de ser nosotras por la falta de Laura.
recuerdo el día que le dije que Patri y yo nos íbamos de Gira siguiendo a Nico O'dogherty. Los ojos como platos, la sonrisa de medio lado, y su abrazo al decirme que se alegraba de que fuera feliz, y que la perdonara por no acompañarla pero estaba en plena época de exámenes... tan estudiosa siempre!! eso si, los domingos a la llegada a casa, tenía que llamarla y contarle todo, cualquier cotilleo, y darla todos los detalles de lo que habíamos hecho durante el fin de semana.
El día que la presenté a Alex, en mi 22 cumpleaños (creo), cuando solamente eramos amigos, y yo seguía siguiendo a su hermano por todo el mundo, ese día Sofía me dijo que terminaría con Alex y que ella se alegraría. claro está que yo la llamé loca, porque por aquel entonces era una locura!
Y el día que la dije que me casaba, me lo recordó. Creo que aun el día de hoy me lo recordaría, y no es que sea rencorosa, ero tiene una memoria la jodía...
Cuando me llamó para decirme que por fin había aparecido Laura la sentí llorar, me dijo que por fin se sentía entera, que toda la vida le había faltado algo y que por fin estaba entera. Me suplicó que volara a España lo antes posible (con el pánico que le tengo a volar). Mereció la pena gastarme el dineral que me costó el viaje para verla sonreír de nuevo, como hacía mas de20 años no sonreía. y por fin pudimos abrazarnos igual que en aquel cumpleaños que por primera vez me dijo que me quería, abrazadas a Lauri siendo de nuevo una! Tres hermanas que se adoran pase el tiempo que pase.
Y ahora tengo que agradecer a mi Mini que esté a mi lado, y me alegro que esté con Nacho... la veo feliz y eso me hace feliz, me encantará verla vestida de blanco, lloraré ese día, pero será de felicidad!!